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miércoles, 31 de agosto de 2011

Torcello, Ruskin y el trono de Atila.


Entre las atracciones de la isla de Torcello se encuentra un asiento de piedra, conocido como el trono de Atila. Es poco probable que el huno lo utilizara en alguna ocasión, pero se ve que el dato no le resta encanto porque son pocos los viajeros que se resisten a probar lo confortable que resulta —supongo— un mueble tan duro. Incluso John Ruskin lo utilizó en 1850 para hacer un dibujo de este mismo lugar —que se encuentra justo entre la basílica de Santa Maria Assunta y la vecina iglesia de Santa Fosca—, para lo que tuvo que girar 90º el cuerpo sobre el asiento, hacia su izquierda. El detalle puede que pase desapercibido si se considera la situación y la posición actual del trono, pero en alguna fotografía antigua se puede comprobar que por aquel entonces se encontraba justo al pie de una columna que sirve de base a una estatua de la Virgen, a unos dieciocho metros del lugar que ahora ocupa y con un giro inverso al referido anteriormente. Si la situación del punto de vista y el ángulo de visión de mi dibujo hubieran estado más próximos a los que adoptó Ruskin, tal vez hubiera resultado curioso comprobar que en ciento sesenta años tan sólo ha cambiado la elevación del suelo y la situación de los brocales. No deja de resultarme atractivo que aún se conserven algunos escenarios de las pequeñas historias —o de las grandes—, aunque hoy día Ruskin sólo hubiera podido dibujar unos cuantos árboles.

lunes, 29 de agosto de 2011

Venezia.


Com’è triste Venezia / Soltanto un anno dopo / Com’è triste Venezia / Se non si ama più / I musei e le chiese / Si aprono per noi / Ma non lo sanno / Che ormai tu non ci sei / Troppo triste Venezia / Di sera la laguna / Se si cerca una mano / Che non si trova più / Si fa dell’ironia / Davanti a quella luna / Che un dì ti ha vista mia / E non ti vede più

sábado, 27 de agosto de 2011

Movimiento.


Dibujo del natural, de cuando uno se dedicaba a la enseñanza del Dibujo en Movimiento.

jueves, 25 de agosto de 2011

Barrio de San Pellegrino.


Pasear por el Quartiere di San Pellegrino, en Viterbo, es viajar en el tiempo. Un buen sitio donde pasar una temporadita, para unos ojos de acuarelista decimonónico.

martes, 23 de agosto de 2011

El tiempo se ha parado en Mazzorbo.



El vaporetto que llega de Venecia a Burano pasa por Mazzorbo, desde donde se ve este edificio. Posiblemente podría contar muchas historias, si pudiera, pero el tiempo se ha parado en Mazzorbo.

domingo, 21 de agosto de 2011

A la vista, y oculta.


Venecia es un paraíso para la vista y para (casi todos) los sentidos, y un dolor de cabeza si se quiere ver más allá de lo habitual, por lo mucho que hay que ver. No tiene periferia porque carece de espacio donde tenerla, aunque tampoco tiene problemas para integrarla en su centro urbano sin desmerecer. Este rincón, tan digno como cualquier otro para un pincel, se encuentra en el Gran Canal, oculto a la vista del viajero por lo mucho que deslumbra todo lo demás.

miércoles, 17 de agosto de 2011

A modo de presentación.




Ahora que todo parece permitírmelo, he decidido utilizar este rincón de la red para mostrar a familiares, amigos, conocidos y desconocidos, esos dibujos y esas acuarelas que normalmente se me quedan en algún cuaderno o en alguna carpeta, de donde apenas salen si no es para mi agrado, para apuntalar el ánimo o para constatar que he vivido.

Dice Gombrich en el capítulo II de Arte e ilusiónLa verdad y el estereotipo— que “todo arte se origina en la mente humana, en nuestras reacciones ante el mundo más que en el mundo visible en sí, y precisamente porque todo arte es «conceptual», todas las representaciones se reconocen por su estilo”. Un concepto apreciable, si se pretende confrontar la representación con lo que se representa, aunque cuento con la fortuna de no haberme reconocido aún en un estilo: indudablemente el premio no se encuentra en la meta, sino en el camino.

Supongo que todo lo demás será cuestión de gustos.
Alfaguirrez.